Esta entrada es un post invitado. Está escrita por Pedro Arilla de modo que no tiene por qué coincidir con mis puntos de vista o mis opiniones. Por supuesto me ha parecido interesante compartirlo en Tipografía Digital:
Tú y yo somos iguales. Sí, porque en secreto soñamos ser como nuestros admirados Andreu o Pep. Sí, porque dibujamos letras con voluntariosa inocencia. Sí, porque de mayor queremos ser tipógrafos. Sí.
Y como tú y yo somos iguales, qué te parece si intercambiamos información. Eso podría ayudarnos. Empiezo yo con todo lo que aprendido en los últimos dos años gracias a Valentina (http://pedroarilla.com/es/valentina):
- He aprendido a diseñar una tipografía completa. Es bonito dibujar caracteres únicos, pero el verdadero reto consiste en construir un alfabeto completo. Al principio asusta, pero tranquilo: al final es mucho más trabajo del que te habías imaginado (¡sorpresa!). Y esto no es forzosamente malo, pues una vez que empieces no querrás parar nunca. Cada nuevo glifo es una nueva aventura llena de matices formales y detalles anatómicos que te harán descubrir una arquitectura oculta pero muy lógica. Esta es una carrera de fondo donde la paciencia será tu mejor virtud y en la que la meta la decides tú. ¿Mi consejo? Leer mucho, observar más y dibujarlo todo, desde la «a» a la «zeta». ¿La traducción? Diseñar una tipografía es un camino largo y tedioso, repleto de inevitables escollos teóricos y prácticos. Pero, créeme, merece la pena. Para no salir derrotado te recomiendo que para empezar te hagas con un par de libros que ayudan mucho: Cómo crear tipografías de Cristóbal Henestrosa, Laura Meseguer y José Scaglione (Tipo e) y Diseñar tipografía de Karen Cheng (Gustavo Gili); y que diseñes con una aplicación que de verdad te lo pone fácil para que te centres única y exclusivamente en diseñar tipos. Estoy hablando de Glyphs (http://glyphsapp.com).
- He aprendido a vender una tipografía. Cuando eres un recién llegado tu tipografía no vale nada y tienes que tomar un sinfín de decisiones que afectan al valor intrínseco de tu obra: dónde y cómo vas a distribuir tu fuente, a qué precio, con qué tipo de licencia, etc. Puedes seguir las leyes naturales, esas que dicen que el agua es incolora, inodora e insípida, o por el contrario experimentar con los modelos y las tácticas de distribución. Puede que salga mejor de lo que piensas. ¿Mi experiencia? Positiva. No puedo decir otra cosa. Decidí que Valentina se distribuyera mediante un pay-what-you-want libre que permitía a la gente descargarse mi tipografía a cualquier precio. Sí, cualquiera. De hecho se puede descargar gratuitamente debido a que es mi ópera prima pero a pesar de sus 700 horas de trabajo. Esto es un arma de doble filo con la que te puedas cortar la mano o el pan. ¿El resultado? No me da de comer, pero me ha dado de leer. Y de viajar. Y de conocer gente. Y eso es mucho para una primera tipografía. Mucho.
- He aprendido que quiero continuar. Valentina es una muy buena primera tipografía pero una mala tipografía. Yo lo sé y tú lo sabes. Por eso quiero continuar. Porque me lo pide el cuerpo. Quiero seguir aprendiendo, quiero seguir dibujando letras, quiero seguir experimentando y quiero seguir soñando con que algún día seré tipógrafo como Andreu o Pep. La tipografía, amigo, es droga dura.
Y tú, ¿qué has aprendido?
Hola, he visto tu trabajo tipográfico y me complace saber que tienes ganas de continuar, estoy ansioso por ver qué más tienes para ofrecer. Saludos.
Muy buena entrada Pedro, es de agradecer que compartas tu experiencia y hagas una entrada tan sincera.
Para empezar, totalmente de acuerdo con lo de que cuando realmente te mentes en faena y empiezas a crear una tipografía completa es cuando descubres que hay un enorme trabajo detrás, empiezas a investigar y acabas un tanto ido porque el detalle y lo que puedes perfeccionar una tipo no tiene limite y como comentas el limite del trabajo y de decidir cuando esta acaba lo pone uno mismo aunque no te quedes con la sensación de que nunca este acabada.
Un saludo
Preciosa entrada, Pedro; y enhorabuena por tu primera tipografía.
Buena síntesis, Pedro, coincido contigo en que sólo haciendo suceden cosas. Esperando sólo sucede eso: el tiempo. Y el tiempo pasa y los encargos/trabajos no llegan.
Pero al hacer y divulgar lo hecho atraes a tu público, y al construir una audiencia empiezan a llegar las oportunidades.
¡Sigue así y gracias por la entrada invitada!