Hoy por hoy no existe un precio estándar para una tipografía comercial: echa un vistazo a las más vendidas de las dos grandes fundiciones que existen actualmente, MyFonts (Monotype) y FontShop, y verás que la horquilla para un peso oscila entre 20 y 50$, con no pocas excepciones por encima y por debajo. Sin haber hecho una estadística seria me atrevería a decir que el promedio ronda los 25$ (22€) para una display y 50$ (38€) para una tipo de texto y que baja cuando compras la familia completa, cuyo precio suele estar sobre los 200-300$. Hablo de lo más habitual porque hay diferentes estrategias para fijar los precios que abordaremos en una entrada aparte.
Este precio es notablemente inferior al de las tipografías en plomo o para fotocomposición, y me da la sensación que ha bajado en los últimos 5 años debido a la adopción del modelo de distribución 100% online y la consecuente disminución de costes. No obstante es fácil encontrar productos que rompen todos los registros de precios por familia y por peso:
- Univers Next (Adrian Frutiger para Linotype) | 4.479€ por 63 variantes | 71€ cada una
- Lexicon (Bram de Does para TEFF) | 3.592€ por 24 variantes | 150€ cada una
- Fleischmann (Erhard Kaiser para DTL) | 3.510€ por 30 variantes | 117€ cada una
- Trinité (Bram de Does para TEFF) | 3.368€ por 23 variantes | 146€ cada una
- Benton Sans (Cyrus Highsmith y Tobias Frere-Jones para Font Bureau) | 3.200€ por 128 variantes | 25€ cada una
- ProKyon (Erhard Kaiser para DTL) | 1.800€ por 8 variantes | 225€ cada una
- Puesto de honor: Bodoni Ritalic | 5.000$ por un peso. Su autor tira de ironía y la ofrece cíclicamente con un 99% de descuento con lo que estrictamante no debería estar aquí. Sin embargo me ha parecido tan genial que no he podido resistirme.
Este ranking mezcla dos estrategias distintas: Univers Next y Benton Sans son caras por tener multitud de variantes dentro de la familia tipográfica, mientras que el resto lo son por tener unos precios por unidad muy altos.
Como siempre voy a mojarme: los precios de esta lista son escandalosos y están fuera de lugar (siempre desde mi humilde opinión). Las tipografías, como ya están haciendo el resto de productos digitales (libros, música, películas y programas informáticos), han de encontrar un precio que se ajuste mejor al valor de la copia digital, que está muy cerca del cero. Por esta razón las ventas de música se dispararon cuando Steve Jobs logró convencer a parte de la industria de vender las canciones separadas y a un dólar. Ese es también el precio barrera que tienen las aplicaciones para telefonía móvil, mientras que los libros y las películas son un poco más caros y en mi opinión todavía no han encontrado la solución que necesitan (un alquiler online de una peli es más caro —3/4€— que ir al videoclub —1/2€— y un libro puede costarte lo mismo que en papel, aunque ya hay numerosos casos de éxito con precios de 3 a 5 €).
Conclusión: aunque la tipografía no es un producto de masas como la música o el cine debe encontrar un precio ajustado al valor que percibe el cliente; en ese sentido hay que aplaudir la evolución de los precios en los últimos años y también me gustaría citar un caso que debería ser un ejemplo de cómo hacer las cosas: la MUSEO de Jos Buivenga, que optó por un modelo freemium, regalando algunos pesos de su familia y cobrando el resto a un precio inferior a la media del mercado (16,50$ por peso y 69$ por la familia de 10 variantes, a 6,9$ cada fuente). Con esta estrategia ha conseguido colocar un diseño bastante mediocre en todos los ranking de más vendidas, a base de aparecer en casi la mitad de páginas web que se han hecho en los cuatro últimos años, poniéndola de moda y aumentando su demanda.
Porque el objetivo, no lo olvidemos, es conseguir que aumente el número de clientes que compran tipografías, y eso no se consigue ni subiendo precios, ni acusando al cliente de piratería, ni persiguiendo la distribución ilegal. Se consigue fijando un precio que sea lógico y poniendo al alcance del público parte de tu trabajo para que lo pruebe y lo use sin restricciones. Ya se ha hecho antes con éxito en otras industrias y me parece razonable para la nuestra.
Gracias por leerme.
Siempre he considerado la tipografía «un artículo de lujo», como un traje o un vestido.
Hay muchos ejemplos de artículos de lujo que son «de lujo» no por el valor en sí del producto, sino por el precio que tiene, que no se lo puede permitir todo el mundo y eso es lo que hace que se convierta «de lujo» o exclusivo.
Si una tipografía es cara, pocos usuarios se la podrán permitir y su uso supondrá una distinción. Seguro que una tipografía cara es una excelente tipografía, pero que tenga pocos usuarios, y usuarios selectos, hace que aumente su valor y justifica su precio.
Así que, la frase «Porque el objetivo, no lo olvidemos, es conseguir que aumente el número de clientes que compran tipografías…» habría que matizarla. No creo que vender más sea siempre el objetivo.
Hola Sergio, gracias por el comentario. Creo que estamos de acuerdo en por qué les han puesto esos precios a las tipografías, pero donde no coincidimos es en valorar la estrategia: a mí me parece que ahora mismo el objetivo de todos los diseñadores de tipos es —mejor dicho, debería ser— acercar el producto al máximo número de clientes posible (ahora mismo los únicos que compran tipografías son diseñadores de países nórdicos y anglosajones, echa un vistazo al mapa de ventas en directo de Myfonts) y con políticas de precios alejadas del valor percibido no ayudan a alcanzar ese objetivo. Luego llega Google y ocupa ese hueco de mercado con Google Fonts y entonces las fundiciones se echan las manos a la cabeza en lugar de analizar qué está pasando y crear un servicio que tenga unos precios adecuados para el gran público.
A mí me gustaría que el mayor número posible de diseñadores usara la Univers Next en lugar de la Arial pero me parece que no va a ser posible.
Hola Daniel. Soy estudiante de Diseño. A lo mejor me podés ayudar. Necesito información acerca de una fuente digital: Documenta y Documenta Sans, de Frank Blokland. Sé que se empezó a comercializar en 1993, pero no tengo nada más. Me interesaría conocer acerca de los usos para los que fue pensada y demás datos sobre sus características. Desde ya te agradezco tu tiempo y disposición. Ojalá puedas orientar mi búsqueda. Gabriela
Creo que deberías preguntarle directamente a Frank, es un tío enrollado, si no te alargas en la pregunta te contestará. Suerte!
¿Por qué Museo tiene un diseño mediocre?
Es mediocre comparada con Univers, Frutiger, Thesis, o algunas de las que aparecen aquí. No es un mal trabajo pero su éxito se debe en mayor medida a su estrategia de marketing que a su calidad. Espero haberte aclarado mi punto de vista, no dudes en seguir comentando tus opiniones y preguntas. Gracias,
Estoy buscando un libro de tipografía para mi hija de 13 años. Dibuja desde los 5 y lo hace muy bien. En cierta ocasión cogí uno en una biblioteca con las letras del abecedario escritas de muchísimas formas. No he vuelto a encontrarlo y no recuerdo el autor ni la editorial. Quizás puedas recomendarme algo. Mil gracias.
Uf, Irene, me lo pones difícil con tan pocas pistas, ¿recuerdas algo más? ¿eran letras escritas, dibujadas, de imprenta?
Hola, Siempre me e preguntado de que por que las fuentes pueden llegar a ser tan caras, en un primer momento pensé que una familia podría llegar a costar como mucho los 10$ , pero después me di cuenta que puede llegar a costar incluso 10 veces mas que eso, solo quisiera saber eso gracias
Nada es barato o caro, todo depende de con qué lo compares. Yo mido 1,82 y siempre me sentí bajito, porque iba con mis compañeros de 2 metros…
Las tipografías cuestan lo que cuestan porque hacerlas lleva muchos meses de trabajo, en mi caso la EHU Sans y Serif nos llevó casi dos años de trabajo.