yogui

¿De dónde sale la inspiración para crear una tipografía?

yogui

Hoy me gustaría responder a una de las preguntas que recogí entre los miembros de la newsletter, Alberto Arroyo, y que da título a esta entrada: ¿De dónde sale la inspiración para crear una tipografía?

Esta situación me recuerda mucho a otra que viví un día de verano paseando por el paseo marítimo de (pueblecito costero de Alicante) con mis hijas y mi mujer. Nos detuvimos en un pequeño corro que se había formado alrededor de un chico joven vestido de payaso que estaba haciendo figuritas de animales con esos globos alargados que no hay quién los hinche y que cuando lo consigues explotan. Pues bien, al osado animador de la improvisada fiesta no se le ocurrió otra cosa que preguntarle a un niño de mirada curiosa qué animal quería que le hiciera. Craso error; la respuesta del chiquillo fue la siguiente: «un elefanteeeeeee».

Si te preguntas cómo acabó la historia, te lo cuento: el tierno infante se fue a su casa muy contento con un globo azul celeste doblado en forma de caniche y el afligido jovenzuelo empozoñado de absenta decidió tomarse un descanso que se me antoja que duró hasta el día siguiente. No tengo más remedio que hacer lo mismo y contarte lo que he aprendido hasta la fecha con la esperanza de que el caniche te parezca un elefante, pero cuento con una ventaja: todo el que quiera puede dejar a continuación un comentario y enriquecer mi historia.

¡Diantre! Lo he vuelto a hacer: la introducción es más larga que el contenido y empiezo a parecerme al maestro del pequeño saltamontes… vayamos al tajo y veamos, según mi opinión, de dónde sale la inspiración para crear una tipografía:

  1. Del trabajo de otros

    No nos engañemos: lo que hacemos no dejan de ser letras, y están por todas partes; es imposible abstraerse de su influencia. Ahora con ese invento del interné es todavía peor porque entre Pinterest, Behance y los pesaos de los blogs de tipografía es más fácil empaparse de trabajos de calidad que quedan grabados en tu memoria RAM. Si no filtras bien el proceso te puede salir un coco y corres el riesgo de que te pongan a parir —partimos de la base de que no eres un caradura— de modo que te recomiendo que explicites tus referencias y escojas los conceptos con los que vas a trabajar y te aseguro que al final del proyecto te sorprenderás de lo poco que se parece a la tipografía en la que te has basado. Erik Speiekermann tiene un truco muy bueno: cuando encuentra algo realmente bueno se queda mirándolo un buen rato y después dibuja lo que recuerda de manera que sólo la esencia, aquello que funcionaba en su cabeza, se mezcló con el resto de sus influencias creando algo original. Echa un vistazo al vídeo, es muy interesante: http://vimeo.com/30008631

  2. De un boceto de tu Moleskine

    Los diseñadores somos muy pijos de manera que no sirve otra marca (en realidad se trata de la calidad del papel, se dibuja mejor en una libreta buena). Dibujar es una herramienta fantástica, cuando te concentras es como si el proceso te llevara a donde él quiere, casi te sientes obligado a satisfacerle y no paras hasta que todo encaja. Eso no sucede pensando, ni mirando el trabajo de otros. Sólo ocurre cuando HACES. Mi consejo es que aprendas y practiques caligrafía, que escribas y dibujes letras hasta que encuentres algo, y cuando encuentres la pista síguela hasta la madriguera, ladra y disfruta de la cacería. Puedes babear un poco con este libro: http://www.typetoken.net/publication/typography-sketchbooks/

  3. De un estudio del mercado

    Juraría que es la menos frecuente de todas las estrategias; consiste en estar atento a las necesidades de un sector como hizo Ale Paul al trabajar diseñando packaging y darse cuenta de que no había tipografías adecuadas, o seguir las tendencias y detectar un hueco sin cubrir, o satisfacer los anhelos de un colectivo determinado… incluso aprovechar una noticia para atraer público a tu web.

  4. Puro capricho

    Diría que es la más habitual; una imagen se cruza por tu mente y acabas pensando que por qué no. Luego hasta piensas en venderla y la gente va y la compra… hombre, la estrategia nº 3 parece más sensata porque partes de un público y unas necesidades que se deben cubrir pero a veces hay que hacer las cosas porque sí, o por diversión, o porque puedes.

  5. De un encargo

    Hay lugares en los que el diseño de tipografía es una profesión y donde hay empresas que se dedican a la tipografía corporativa. Hasta te pagan un sueldo por dibujar letras todo el día… no me refiero a Hispania desde luego, donde los encargos de este tipo son más bien escasos, aunque todo se andará. Cuando tienes un encargo todo es más fácil, recuerda si no aquellos amargos días de tu niñez en los que la profe saltaba con un «venga, redacción libre» y tú pensabas «¡Mierda! ¿sobre qué demonios escribo? Ya lo tengo, lo que he hecho el fin de semana«. El encargo establece límites y te permite colocarte en un mapa tipográfico determinado, situarte en un contexto que acelera la toma de decisiones. Yo ando metido en un proyecto de este tipo y nos lo estamos pasando pipa.

  6. De querer trufar o darle más empaque un proyecto o encargo gráfico

    [añadido el 12/5/2013 a raíz de un comentario de Marc Salinas, lo reproduzco tal cual]
    A veces, un proyecto gráfico “pide a gritos” una tipografia exclusiva. Quizan no se ha incluido en el presupuesto, quizás el cliente no te lo ha pedido, pero como profesional sabes que ese proyecto debe ser diferente, unico. Y que una tipografia a medida le dará es toque, ese sabor, ese lacito que cierra el paquete y que hace exquisito tanto para ti como para el cliente.
    Quizás el cliente ni tan solo es capaz de apreciarlo, pero da igual.
    Es probable que puedas encontrar una tipografia muy similar en cualquier fundicion tipográfica que se acerque a lo que pretendes, pero hacerla tu mismo hace que se cierre el círculo.
    Como ejemplo puedo mostrar el último proyecto de estudio. La nueva imagen gráfica del 9 veces campeón del mundo de BikeTrial, Dani comas, para el que le diseñamos una tipografia exclusiva para todo el proyecto… aunque el cliente no lo pidió: http://www.wetraphic.com/dani-comas-2/

Bueno, ahora te toca a ti, seguro que me he dejado algo. Espero tus comentarios.

Photo credit: Beni Ishaque Luthor / Foter.com / CC BY-NC-ND

7 comentarios en “¿De dónde sale la inspiración para crear una tipografía?”

  1. Daniel, ¿puedo añadir un punto más?

    «De querer trufar o darle más empaque un proyecto o encargo gráfico»
    A veces, un proyecto gráfico «pide a gritos» una tipografia exclusiva. Quizan no se ha incluido en el presupuesto, quizás el cliente no te lo ha pedido, pero como profesional sabes que ese proyecto debe ser diferente, unico. Y que una tipografia a medida le dará es toque, ese sabor, ese lacito que cierra el paquete y que hace exquisito tanto para ti como para el cliente.
    Quizás el cliente ni tan solo es capaz de apreciarlo, pero da igual.
    Es probable que puedas encontrar una tipografia muy similar en cualquier fundicion tipográfica que se acerque a lo que pretendes, pero hacerla tu mismo hace que se cierre el círculo.

    Como ejemplo puedo mostrar el último proyecto de estudio. La nueva imagen gráfica del 9 veces campeón del mundo de BikeTrial, Dani comas, para el que le diseñamos una tipografia exclusiva para todo el proyecto… aunque el cliente no lo pidió.

    http://www.wetraphic.com/dani-comas-2/

  2. Muchas gracias Daniel!
    Y tambien a ti, Marc!
    🙂

    Me ha picado el gusanillo de hacer una tipo, aunque sea para guardarla en una carpetita en el finder, y no se para donde tirar, jeje.
    Si investigo cositas de Baskerville pues me apetece hacer algo en ese estilo, luego miro cosas de Tschichold y me tira de ese lado… Y hay tanto donde mirar!

    Venga, un saludo!

  3. Edier Becerra

    Saludos desde Colombia. Pienso que otro motivo por el cual llega la inspiración para crear una tipografía es por no dejar que una expresión particular se pierda, como en el caso de libros antiguos, placas y anuncios de negocios antiguos. Sin la labor de investigar, reunir, reinterpretar, digitalizar y publicar la fuente, esa tipografía corre el peligro de pasar desapercibida y caer en el olvido. Los diseñadores estamos al rescate de esas fuentes anónimas pero que bien sabemos en qué puede ser empleada y darle vida de nuevo.

Responder a marc salinas Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *